
22 Jun ¿Qué prefieres? ¿Adelgazar o perder peso?
¿Has intentado alguna vez PERDER peso? ¿Y qué pasó después? Déjame adivinarlo… que lo recuperaste, y a veces con intereses.
Analicemos la frase PERDER PESO. ¿A ti te gusta perder? ¿En los deportes, en los juegos, en los negocios, en tu nómina…? Seguro que no.
Pues aquí está la clave: PERDER peso es una declaración negativa.
¿Alguna vez has perdido tus llaves? Seguro que, en cuanto te diste cuenta, empezaste a buscarlas inmediatamente. Cada vez que se pierde algo, inconsciente nos ponemos en sintonía con querer encontrarlo de nuevo. A pesar de que queremos perder peso, la mente se centra en la recuperación del peso perdido. Parece una contradicción, pero es así como funciona la mente.
Hagamos una prueba: No pienses en un elefante morado con lunares blancos. ¡Realmente trata de no pensar en ello! ¿En qué pensaste? Evidentemente, en un elefante morado con lunares blancos porque, para dar la orden de no pensar en ello, ¡ya hemos pensado en ello!
La mente no procesa bien las declaraciones negativas. El problema de pensar en lo que no quieres, es que ya estás pensando en ello y tu mente se está configurando para crear esa idea.
¿Qué te parecería centrarte en la idea de ADELGAZAR? ¿Notas cómo tu mente se posiciona en otro lugar?
El siguiente error de la primera pregunta del artículo viene dentro del concepto de INTENTAR.
Vamos a poner un ejemplo: intenta escribir con un bolígrafo. ¿Lo conseguiste? Pues si lo conseguiste, NO LO INTENTASTE. La cuestión es que intentar no significa nada: o hacemos las cosas o no las hacemos. Intentar lleva implícito el fracaso. Observa cuando alguien te dice: vamos a intentar quedar… Casi seguro que no quedaréis. ¿A que no suena igual: VOY A, O VAMOS A…?
No es ninguna tontería: cuando cambias las palabras, cambias el resultado. Es un secreto poderoso para aprender a sacarle el máximo partido a nuestra mente.
Sabemos que tu éxito es posible y queremos ayudarte a que lo consigas. Danos la oportunidad.
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